LA PREOCUPANTE
DECADENCIA DEL BARRIO DE SALAMANCA
Sr.
Presidente de la Junta de Distrito de Salamanca: ¿Qué le hemos hecho nosotros a
usted y a la excelentísima Alcaldesa de La Villa de Madrid?
El
Distrito de Salamanca, comunmente conocido como “Barrio de Salamanca”, como
usted bien conoce, recibe su nombre del impulsor del ensanche de Madrid, Don
José de Salamanca y Mayol, estadísta y constructor que gestó a finales del S.
XIX, aglutinando los barrios de Recoletos, Goya, Lista y Castellana y posteriormente
Guindalera y Fuente del Berro su actual delimitación.
Sobre
una reticular muy definida, amplias calles perpendiculares con manzanas de
geometría sencilla, uniforme y modulada, se suceden en una escala equilibrada y
repetitiva, emulando un damero perfecto con patios de manzana huecos, que
permitían su uso como jardines y garajes privados, proveyendo de la
consiguiente luminosidad y salubridad a las viviendas interiores.
Una
normativa sencilla, vigilaba el cumplimiento de luces, alineaciones, calidades
constructivas y alturas, la disposición de comercios y la ornamentación de
calles y fachadas. Se dotaba al ámbito de un todo homogeneo, permitiendo la
convivencia entre la arquitectura clásica y vanguardista y evitándo de éste
modo la estridencia y los malos usos.
Las
señoriales fachadas en muchos de sus edificios, la calidad comercial, la
amplitud de sus calles bien trazadas,
sus aceras y cuidado mobiliario urbano, la permitían en su modestia, competir
como un exponente de las áreas de mayor atracción en la red de las capitales
europeas.
El
barrio de Salamanca, era considerado a nivel nacional, y sin ánimo de
desmerecer otros ámbitos, una de las zonas residenciales más elegantes y
prestigiosas: embajadas, consulados, grandes almacenes, comercios de lujo, oficinas
de representación, museos, restaurantes, hoteles y teatros, sin olvidar el
Parque del Retiro, ofreciendo un abanico de actividades residenciales, lúdicas,
económicas y comerciales dificilmente equiparables en cualquier otro ámbito de
la ciudad.
No podemos
olvidar, y éste punto es el más importante, la socieda madrileña que la
habitaba y aún habita. Compuesta en su heterogeneidad, por familias adineradas
y aristocráticas y las llamadas clases medias fundamentalmente. Moradores
discretos, tradicionales, que encontraban en un barrio bien planificado y de
notable factura de calidad urbana, las necesidades vivenciales que sus demandas
precisaban.
Entre
ellos, y sin ánimo de ser exahustivo como: el frontón de Recoletos, el Jardín
de La Rosa, los llamados Campos Elíseos, el colegio de La Asunción, las
Teresianas, las Dominicas, sus cines como el Cid Campeador, el Tivoli, Rialto, el
teatro Goya, el dispensario de la calle de Goya aún existente y abandonado, sus
cafeterías y circulos de reunión como California, El Roma, El Parador de
Velázquez-Gregory,…. Todos ellos ya desaparecidos, y muchos, en las ultimas
décadas.
Sus
residentes, pese a la irremisible pero cuestionable evolución del barrio,
continúan conviviendo en éste espacio, en un fragil equilibrio entre la presión
comercial, turística e inmobiliaria y porqué no, ante un desigual trato
tributario entre la decuación y el equilibrio en la prestación de servicios por
parte de la administración municipal. Actualmente según los datos del INE hay censados unos 165.000 vecinos.
Si Señor
Concejal, llegados a éste punto, y por no extenderme más, vivimos en un barrio
en trayectoria decadente, en donde el ayuntamiento que representa, abusa de la
promoción que nuestro barrio con su nombre, morfología, infraestructuras y
servicios proveen, con finalidades fundamentalmente comerciales, incidiendo
además, por la ingente afluencia de público en general, en una degradación de
su espacio público no compensada con un aumento del mantenimiento pertinente.
La masificación de sus calles, y dicha degradación actúan como repelentes de
“lo residencial”, invitando al refugio, si no al “éxodo dominical“ de los
moradores que pueden permitirselo.
Disfrutamos
y sufrimos un barrio durante el impás de las actividades lúdicas y comerciales de
nuestros visitantes, que como ejemplo y de nuevo sin ánimo de ser exhaustívo,
presenta las siguientes realidades:
Se
produce una constante degradación de firmes, alcorques y vegetación ornamental
que no es atendida en gran medida. Como ejemplo la Calle de Conde de Peñalver,
Goya, Serrano, Velázquez, Hermosilla, …
El
baldeo de aceras, sustitución o vaciado de papeleras, retirada de cristales,
vasos, botellas y desperdicios no es
atendido con asiduidad. Como ejemplo la Calle de Ayala, Nuñez de Balboa, Velázquez,
Alcalá, Diego de León, General Porlier, Jorge Juan y otras, ..
El
comercio al pormenor los establecimientos hosteleros y de comida rápida
disponen en las aceras sus basuras incluso dentro del horario comercial. Como
ejemplo la calle de Goya, Hermosilla, Claudio Coello, Nuñez de Balboa, ..
La
regulación de carga y descarga, también exige una revisión horaria que concilie
la actividad residencial con la comercial, incidiendo en los horarios de
descanso y complementando los aparcamientos con los de los residentes.
Los
contenedores de residuos urbanos y de recogida selectiva, no reciben un mantenimiento
adecuado y permanecen no sólo colmatados, sino mal colocados, sucios y con
desperdicios a su alrededor, emitiendo malos olores incluso tras su vaciado. Como
ejemplo la calle de Velázquez, Goya, Hermanos Miralles, …
La nueva
reglamentación de terrazas y veladores, ha supuesto el fin del espejísmo de poder
disfrutar las amplias aceras recien pavimentadas, en donde en muchas de ellas,
la proporción de ocupación de las mísmas, es mayor que la dispuesta para el
tránsito peatonal. Por no mencionar su estética ecléctica y su consolidación
como construcciones en espacio público, por el aparataje de sus estructuras y
maceteros. Incluso por su vigencia perenne de aquellas cuya actividad ha
concluído. Otras, suponen verdaderos obstaculos urbanos y algunas reflejan una
imagen más que cuestionable de infra-instalaciones. Hay casos en los que el
viandante ha de pasear en “fila india”, sorteando cables y maceteros. Como ejemplo:
terrazas en la calle de Jorge Juán, Goya, Velázquez, Ortega y Gasset, Alcalá,
Ayala, …
La
reposición del mobiliario urbano, placas conmemorativas y otras rotulaciones de
interés, no responde a pautas estéticas o de entorno sino a criterios funcionales
y baratos, como en el caso de los elementos en la calle de Goya, Nuñez de
Balboa, Puerta de Alcalá y Serrano. Lugares singulares que requieren un
tratamiento estético más acusado y acorde con la calidad constructiva del
ámbito…
Podría
continuar abundando en éste tipo de incidencias, pero tampoco quiero omitir
otras muchas, que inciden sobre la edificación, como las causadas por la
proliferación de oficinas y establecimientos hosteleros, comercios, clinicas y
actividades complementarias a la docencia, en edificios residenciales. Como
ejemplo, le comento las siguientes, muchas de ellas que seguro conocerá:
La
proliferación de compresores de climatización en fachada de comercios y
edificios residenciales, produciendo ruídos, ambiente viciado y humedades en las
aceras y fachadas; el rasgado de muros exteriorios y modificado de huecos de
ventana;
La
colocación de grandes equipos de climatización en los patios de ventilación y de
luces, y condensadores, cuyos ruidos,
vibraciones y la emisión de aire viviado son elementos de dificil convivencia
en el ámbito residencial, y cuya colocación se debería limitar por estética y
salubridad a las azoteas, y canalizarse debidamente.
Las chimeneas
pseudo indusriales colocadas en patios de luces y de manzana, muchas de ellas
además de precaria construcción.
Los
recrecidos ilegales en patios interiores y cubiertas de la edificación, que ya
han provocado en algunos casos problemas de acceso para atajar incendios
fortuítos en cocinas de dichas instalaciones, …
No
quiero abundar más, Sr. Concejal del Distrito. Del mismo modo que ustedes
defienden desde su ámbito institucional una Ley de Capitalidad, yo le solicito
que nos proveea de una normatíva que mejore, no ya sólo la conciliación en la
diversidad de usos en nuestro barrio, sino que extreme la mínima incidencia de
éstos, hacia los residentes.
A su vez,
que en vez de gravarnos fiscalmente de forma extraordinaria por nuestra
ubicación, tanto en los impuestos locales como el IBI y la Tasas de Basura, por
estar radicados en una de las area con mayor coeficiente impositivo de la
ciudad. En otros casos por la incidencia de edificios oficiales y de
representación y el flujo continuo de visitantes, en la tarjeta de residentes-ORA,
en el Impuesto de Circulación de Vehiculos e incluso en las tasas y permisos para
la licencias de obras y de éste modo, podamos ser beneficiarios activos por
mantener vivo, habitado y atractivo para el turísta y los futuros residentes nuestro
barrio. Sería interesante conocer la recaudación municipal por distritos,
atendiendo a los diferentes usos y peajes dispuestos y como se aplican en el
mantenimiento y amejoramiento de los servicios.
Sin otro
particular, y a la espera que el presente escrito permita una reflexión al
respecto, reciba un cordial saludo
Martin
Sainz-Trápaga y Castell
No hay comentarios:
Publicar un comentario