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"Carthago delenda est - Ceterum censeo Carthaginem esse delendam"

sábado, 4 de mayo de 2013

SOBRE LA NECESARIA REVISIÓN Y MODIFICACION DE LA ESTRUCTURA TERRITORIAL NACIONAL


      Para el desarrollo de éste artículo, no voy a andar con subterfugios literarios entre el termino Nación, Estado, o Realidades Históricas, pues le pese a quién le pese, y más allá de la vagas diplomacias para no herir las nuevas susceptibilidades políticas de estas últimas décadas, constituimos una Entidad claramente definida en su diversidad y riqueza cultural, su población, actividades comerciales y económicas y sus flujos demográficos establecidos a lo largo y ancho del territorio, según la demanda y la oportunidad laboral del momento; En un marco abierto, permeable y complementario, nada forzado y amablemente reconocible aún con las singularidades propias de cada lugar.

     También sería estéril,  hablar en éste momento de los flujos migratorios durante los siglos anteriores: Repoblación, emigración, movilidad geográfica interior y de las modernas colonizaciones, ya que disgustaría en lo argumental, a muchos intereses parciales o secesionistas, por la heterogeneidad de los emplazamientos y la artificialidad de las reclamaciones históricas en muchos otros casos.

     La necesaria reforma de la Estructura Territorial de nuestro País, no sólo obedece ya a la caducidad del antiguo modelo administrativo en cuanto a la división. Tampoco a la merma o crecimiento demográfico de nuestras poblaciones, ni siquiera a la actual crisis o cambio de modelo económico del que estamos siendo protagonistas. Responde, más a la evolución de los modelos de gestión administrativa, la excelencia en muchos casos de las infraestructuras y comunicaciones, la globalización del territorio y la racionalización y necesario equilibrio de los servicios dispuestos y viabilidad de sus presupuestos.

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       La proximidad de muchos núcleos de población, separados por “fronteras urbanas", donde la acera de una calle limita la competencia administrativa, o aquellos en los que la cercanía o conveniencia del ciudadano le hace inclinarse hacia una u otra área de su geografía para su comodidad.

“Vistabella- Santa Cruz de Tenerife,  es uno de esos barrios-frontera donde nadie tiene claro en qué municipio está, hasta el punto de que hay vías en las que los vecinos pagan la basura a La Laguna y la recoge un camión de Santa Cruz. Un taxi cobra más si el cliente se baja en la acera derecha en lugar de la izquierda y los taxistas recorren la zona de los santalaguneros con temor a equivocarse, pues avanzar un metro puede implicar una disputa con los de la otra localidad o una sanción para el conductor.”

      O la atomización del territorio por erróneas políticas urbanísticas, potenciando y manteniendo servicios y administraciones en áreas despobladas, de exclusiva actividad agrícola-industrial, o de ocupación y afluencia vacacional o temporal. Obligándose a proveer, por imperativo del legislador, de una serie de estándares de “Calidad Urbana” y de “Provisión de servicios”, muchos de ellos baldíos.

    Otro problema es el endémico mal de la burocratización hasta niveles de acupuntura, en donde estructuras funcionariales y políticas se solapan, multiplican y vuelven a subdividirse en otras nuevas, bajo etiquetas, contenidos y ámbitos de acción, complementarios, repetitivos o incluso extravagantes, a costa de los presupuestos de las administraciones.

The Telegraph. Photo PA
        Además la implantación del modelo Autonómico, como elemento descentralizador de la Administración General, no ha hecho más que agravar con la asunción de competencias de las CCAA y su interpretación en sus diferentes implementaciones en el territorio, por encima en muchos casos, de las garantía y reconocimiento que la Carta Magna otorgaba a los municipios, sin eliminar su sentido y necesidad, vaciando significativamente la independencia económica y competencial de éstos últimos.

     La instauración por parte de nuestros gobernantes y posterior demanda generalizada de nuestra ciudadanía, de un modelo de “Calidad de Vida” basado en el reclamo y proximidad de unos “estándares” de Servicio Público, con independencia “mononuclear”, de todo tipo: Sanitarios, recreativos, culturales, docentes, administrativos, de transporte, … De imposible financiación en muchos casos y elevado coste de mantenimiento en otros, tanto en el continente y contenido, como en la  asunción y mantenimiento de los puestos de trabajo dispuestos. 

         Las actuales "orientaciones de la política nacional", al menos hasta ahora, no hablan aún de la necesaria Racionalización de la estructura municipal, ni de la necesaria Agrupación Territorial por Prestación de Servicios, ni de la revisión de los Ámbitos Comarcales/Territoriales y el papel de las Diputaciones.

         Tampoco han llegado a la conclusión de que Rentabilizar la Provisión de los Servicios Municipales no es más que un paso en el concepto de Eficiencia, (Aunque se pueda permitir Proveer el Servicio, no supone esto que éste sea necesario, ni que no sea superfluo, ni que el ámbito no deba traspasar el territorio pre-asignado para compensar otros déficit en el área de posible influencia). De la necesaria despolitización de los cuadros de intermediación técnicos, mejor no hablamos...

Council-decision-making Australia 2009

        No se trata de apoyar voluntarismos por parte de las mancomunidades o municipios, se trata de una imperativa regulación de la necesaria reducción/simplificación de la estructura territorial político-administrativa para acercarse a un funcionamiento equilibrado en personal, disposición de medios, racionalización de servicios, costes y estratégias. 

        Las tablas que aporto, no son más que un punto más de partida, el económico, para reflexionar sobre la viabilidad del Sistema Actual, el coste globalizado que supone el mantenimiento del actual modelo territorial, y su peso fiscal que ineludiblemente soporta el ciudadano. Su pormenorización, por municipios, posible gracias a los datos publicados del Ministerio, aunque mayoritariamente no consolidados, nos ofrecería un panorama bastante crítico en muchos de ellos, por la artificialidad y empecinamiento en muchos casos de la financiación de éste modelo.
 

La financiación de la estructura actual, supone más del 25% del producto interior bruto/Pais en el mejor de los casos y con incidencia particular y crítica según el ámbito administrativo.
 

Este artículo, solo pretende aportar algunos argumentos para la reflexión y análisis por parte de nuestros políticos y a nosotros mismos desde las bases ciudadanas, y para que entremos en el debate de ésta necesaria reforma, de un Sistema de Administración Territorial actual de difícil justificación y mantenimiento.

Martin Sainz-Trápaga Castell


 




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